En un caso que ha generado indignación entre la sociedad malagueña, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha confirmado la condena a dos mujeres que decidieron vender como chatarra la maquinaria perteneciente a la expareja de una de ellas. Esta trama, que parece sacada de una película de intriga, se llevó a cabo en la capital malagueña en febrero de 2017, cuando una de las acusadas decidió abandonar una finca en la que convivía con la otra procesada.
Lo que parecía ser un simple caso de abandono de propiedades pronto se convirtió en un acto maquinado por ambas mujeres. En un acuerdo secreto, decidieron desmantelar y vender como chatarra la maquinaria de cerrajería que se encontraba en la finca. Con la ayuda de empleados de una chatarrería, se enviaron dos vehículos para cortar y desmontar las herramientas, las cuales incluían una cizalla, una plegadora, una mesa de compensación, entre otras.
El valor total de la maquinaria ascendió a 2.754,60 euros, una cifra significativa que sirvió para enriquecer a ambas acusadas a costa del perjudicado, propietario de los objetos. A pesar de las facturas emitidas y del dinero recibido, la Audiencia consideró que el valor de los enseres no estaba plenamente demostrado, lo que implica que la cantidad final a indemnizar se definirá en la fase de ejecución de la sentencia.
Este caso no solo pone de manifiesto la falta de escrúpulos de las acusadas, sino también la importancia de respetar el derecho a la propiedad de los demás. La sentencia de un año de cárcel ratificada por el TSJA sirve como recordatorio de que las acciones ilegales no quedan impunes, incluso cuando parecen realizarse en la sombra. La justicia ha hablado, y ahora las mujeres deberán asumir las consecuencias de sus actos.
El caso de las dos mujeres condenadas por desmantelar y vender como chatarra la maquinaria de la expareja de una de ellas ha generado una gran indignación en la sociedad malagueña. Este acto premeditado y maquinado demuestra la falta de escrúpulos de las acusadas, quienes se enriquecieron a costa del perjudicado. La confirmación de la condena por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía es un recordatorio de que las acciones ilegales no quedarán impunes, y que el respeto al derecho a la propiedad es fundamental en una sociedad justa.
La cifra significativa de la maquinaria sustraída, el valor de 2.754,60 euros, demuestra la gravedad de los hechos y la dimensión del perjuicio causado al propietario. A pesar de las facturas emitidas y del dinero recibido, la Audiencia consideró que el valor de los enseres no estaba plenamente demostrado, lo que deja un margen de incertidumbre sobre la cantidad final a indemnizar. En definitiva, este caso sacado de una película de intriga nos recuerda la importancia de respetar las leyes y los derechos de los demás, y la necesidad de que la justicia actúe con contundencia ante actos delictivos como este.
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