La presencia de viviendas turísticas en una de las torres de Martiricos ha generado un verdadero caos entre los residentes. Vecinos de la torre sur denuncian que alrededor del 50% de las 252 viviendas han sido destinadas al uso turístico, lo que ha traído consigo una serie de problemas de convivencia.
Los residentes se quejan de continuos incidentes provocados por los turistas, que van desde peleas y destrozos de mobiliario hasta fiestas ruidosas que se prolongan hasta altas horas de la noche. Incluso han llegado a presenciar situaciones tan insólitas como huéspedes lanzando una sandía por la azotea o escalando el pararrayos del edificio.
La situación ha llegado a tal extremo que los residentes se sienten cohibidos y han sido tildados de xenófobos por protestar ante estas situaciones. A pesar de que aseguran no estar en contra del turismo, lamentan la falta de respeto por parte de algunos visitantes y piden una separación clara entre el turismo y las residencias.
Incluso se han registrado casos más graves, como el incidente ocurrido la madrugada de este martes, cuando se activó una alarma de incendio en una vivienda de la planta 17. Un amplio dispositivo de bomberos y varias patrullas policiales acudieron al lugar, solo para descubrir que se trataba de una falsa alarma provocada por alguna gamberrada. La convivencia en la torre de Martiricos se ve cada vez más afectada por la presencia de viviendas turísticas, lo que ha llevado a los residentes a pedir una solución urgente a las autoridades.
La situación en la torre de Martiricos es preocupante y refleja el conflicto que surge cuando se permiten viviendas turísticas en edificios residenciales. Los residentes tienen todo el derecho a quejarse ante la falta de respeto y la actitud incívica de algunos turistas, que perturban la tranquilidad de la comunidad con fiestas ruidosas y comportamientos inapropiados. Es necesario establecer una regulación clara que proteja los derechos de los residentes y garantice una convivencia pacífica en estos espacios compartidos.
La falsa alarma de incendio provocada por alguna gamberrada es solo la punta del iceberg de los problemas que enfrentan los vecinos de Martiricos. Es fundamental que las autoridades actúen de manera rápida y efectiva para encontrar una solución a este conflicto, que cada vez va en aumento. Los residentes no deben ser tildados de xenófobos por reclamar su derecho a vivir en paz y seguridad en su propia casa. La convivencia en las comunidades debe ser respetada y protegida, y es responsabilidad de todos mantener un ambiente armonioso en estos espacios compartidos.
Completa el formulario o escríbenos a redaccion@eldiariodemalaga.es y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.
