El Pleno del Tribunal Constitucional ha tomado una decisión relevante al acordar este miércoles el apartamiento del magistrado José María Macías en la controversia que enfrenta la Ley de Amnistía. Este hecho marca un momento crucial en el proceso de revisión de la legislación que propicia la anulación de las condenas de aquellos implicados en el procés catalán. La determinación se produce en medio de un clima de tensiones políticas y jurídicas que ha polarizado al país en los últimos años.
La mayoría del bloque progresista, bajo la presidencia de Cándido Conde-Pumpido, ha avalado la recusación planteada por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Este movimiento ha generado un amplio debate que cuestiona la imparcialidad y la influencia de los magistrados en asuntos tan delicados para la sociedad española. Según fuentes jurídicas, la votación se inició debido a la participación previa y activa de Macías como vocal del Consejo General del Poder Judicial, donde elaboró informes críticos ante la Ley. Se sostiene que esto podría poner en duda su capacidad para un juicio justo en el contexto actual.
En la sentencia, que está a cargo de la vicepresidenta del tribunal, Inmaculada Montalbán, se sostiene que la implicación de Macías en la redacción de informes sobre la Ley de Amnistía es suficiente para justificar su apartamiento del caso. Al respecto, el tribunal llegó a la conclusión de que su visión jurídica sobre el asunto presentado afecta la «debida imparcialidad» necesaria para abordar un recurso de tal envergadura. Este desenlace ha sido considerado por algunos como un indicativo del arrastre político que sigue interfiriendo en las decisiones del máximo órgano judicial español.
El problema de la recusación ha suscitado un enérgico rechazo por parte del sector conservador del tribunal. Los magistrados Ricardo Enríquez, Enrique Arnaldo, Concepción Espejel y César Tolosa han anunciado un voto particular. Ellos argumentan que la solicitud de García Ortiz es extemporánea y subrayan la necesidad de mantener la pluralidad y la diversidad de opiniones en un organismo que desempeña una función esencial dentro del sistema democrático. Este sector edifica su defensa en la premisa de que la recusación es una táctica política que busca desvirtuar la independencia judicial.
A medida que el Tribunal Constitucional se encuentra en el centro de la atención pública, esta decisión no solo preocupa a los actores políticos e institucionales, sino que también puede tener repercusiones significativas sobre la percepción de la justicia en el país. La Ley de Amnistía, que ha suscitado intensas controversias, continúa siendo un tema que polariza al electorado, y el desenlace de este procedimiento constitucional podría influir de manera determinante en el futuro político de España.
La decisión del Tribunal Constitucional de apartar a José María Macías de la cuestión que rodea la Ley de Amnistía añade otro capítulo a un relato ya cargado de tensiones políticas que han polarizado al país. Este movimiento, que busca asegurar la imparcialidad de los magistrados, plantea interrogantes sobre la naturaleza de la justicia en un contexto donde la politización del sistema judicial es innegable. Si bien es crucial mantener la integridad de las decisiones judiciales, la forma en que se ha desarrollado esta recusación, impulsada por el fiscal general Álvaro García Ortiz, sugiere que los intereses políticos pueden estar influyendo en un órgano que debería ser independiente. No podemos ignorar la percepción pública, que podría ver este hecho como una maniobra para debilitar un posible disenso dentro del tribunal y erosionar la confianza en nuestras instituciones.
Además, resulta alarmante que la controversia en torno a la Ley de Amnistía siga avivando las llamas del debate político, evidenciando la falta de un consenso claro sobre este tema tan sensible. Mientras el bloque conservador del tribunal, liderado por magistrados como Ricardo Enríquez y César Tolosa, expresa su preocupación por la falta de diversidad de opiniones, el riesgo de que la justicia se convierta en un campo de batalla político es más real que nunca. Las decisiones que tomen los magistrados no solo impactan el futuro de aquellos involucrados en el procés, sino que también afectan la percepción de la justicia en España, una línea ya difusa entre la justicia y la política. La capacidad de los tribunales para operar sin presiones externas y con plena independencia es esencial si aspiramos a una democracia robusta. La solución podría residir en un diálogo más abierto y en el establecimiento de mecanismos que aseguren que las decisiones judiciales se alejen de la injerencia política, fomentando así una justicia que sea verdaderamente imparcial y equitativa.
No era ningún secreto en el seno del PSOE que a Pedro Sánchez le incomodan las críticas desde sus propias filas. El propio presidente del Gobierno llegó a verbalizar a puerta cerrada ante su Ejecutiva hace unos meses que su intención era «alinear» a las federaciones para «evitar discrepancias internas». Los mensajes de WhatsApp -publicados por EL MUNDO– que intercambió en 2020 y 2021 con su entonces número dos tanto en el Gobierno como en Ferraz, José Luis Ábalos, dan la medida de hasta qué punto no le gustaban las voces desafinadas con la estrategia nacional del partido.
En concreto, respecto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, Sánchez le pidió al secretario de Organización de los socialistas que le pegara «un toque» para que dejara «de tocar los cojones» tras dar una entrevista a La Razón en la que calificó de «humillación» el indulto a los presos independentistas, cuyos trámites acaba de iniciar el Ejecutivo. El único barón del considerado sector crítico que sigue gobernando hizo caso omiso a esta advertencia y ha seguido expresando sus opiniones propias, particularmente duras en contra de las cesiones al independentismo.
Fuentes cercanas a Page apuntan que, desde 2015, los presidentes autonómicos notaron «hostilidad» en la dirección del partido y que «la hostilidad venía de Sánchez». «Desde ese momento, al menos nosotros, hemos pasado por alto desprecios y descalificaciones a cambio de que el PSOE y luego las políticas del PSOE en el Gobierno mantuvieran la coherencia y los principios que siempre habían mantenido, que consisten en defender la igualdad de las personas y los territorios», sostienen.
El «mayor punto de fricción», agregan en el equipo del dirigente castellanomanchego, ha sido «siempre», incluso antes de la moción de censura que franqueó el acceso de Sánchez a La Moncloa, la relación del partido «con planteamientos políticos radicales, en especial con el independentismo radical». Y su intención, aseguran ha sido «dejar claro que, para algunos, no todo vale».
Ante las presiones internas para acallar las críticas en los territorios, el entonces presidente de Aragón, Javier Lambán, escribió, a su vez, a Ábalos para manifestarle que él expresaba sus opiniones de «manera respetuosa, sin faltar jamás a la lealtad del presidente del Gobierno», y que en las épocas de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero «un ejercicio de opinión libre pero responsable» como el suyo «era admitido sin ningún problema». La respuesta de Sánchez -según los whatsapps desvelados por este periódico- fue que había que «seguir marcándoles» y que eran «unos hipócritas».
En el entorno de Lambán -ya sin ningún cargo en el partido- indican ahora que lo que cuentan esos mensajes «no es, en el fondo, ninguna sorpresa» porque «esa fue siempre la pauta dominante». «Llama la atención, si acaso, el grado de obsesión de Sánchez con el ‘marcaje’ a los barones y su indisimulado interés en impedir las opiniones diferentes». Además, recalcan que lo que el ex presidente aragonés defendía en aquel momento era «la libertad de expresión, la democracia y el interés» de su comunidad y que «se oponía a las desigualdades y los privilegios territoriales».
«Cinco años después, la situación es mucho más preocupante y hay muchos más motivos para pelear por todo aquello que Lambán defendía en 2020″, añaden las mismas fuentes. «La polarización y el frentismo paralizan al país. Independentistas y populistas condicionan el Gobierno. Se deterioran las instituciones. Se desnaturaliza la socialdemocracia y el trato de privilegio a Cataluña atenta directamente contra los principios constitucionales -y socialistas por excelencia- de la unidad la igualdad», inciden.
Asimismo, señalan que quienes manifiestan su preocupación «ante esta deriva» constituyen «una exigua minoría, mientras el debate y la libertad de opinión han desaparecido completamente». Por ello, aprovechando «la oportunidad» de esta publicación de EL MUNDO, trasladan que «Lambán quiere hacer un llamamiento a sus compañeros del PSOE para que, desde la lealtad y el respeto a la unidad, ejerzan de hombres y mujeres libres, debatan, se expresen y piensen ante todo en Aragón -o en su CCAA correspondiente- y en España». Y apostillan: «Si no, el futuro será cada vez más sombrío».
«. No uses formato HTML, escribe tu respuesta directa en formato de texto plano. Quiero que el titular sea breve y conciso.La publicación en exclusiva por EL MUNDO de los mensajes intercambiados entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y quien entonces era su mano derecha como ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha sacudido este domingo el escenario político. En esos whatsapps escritos en 2020 y 2021 se evidencian las profundas discrepancias entre la cúpula de Ferraz y varios líderes autonómicos, entre ellos Emiliano García-Page y Javier Lambán, en asuntos como la gestión de la pandemia y los acuerdos con Bildu para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
En un acto en Madrid, el ministro para la Transformación Digital y líder de los socialistas en la región, Óscar López, ha afirmado que le parece «muy grave» que se hayan difundido «comunicaciones privadas» del jefe del Ejecutivo que enmarca dentro de «la campaña de bulos y de fango de la derecha y de la ultraderecha». «Me gustaría saber si alguien va a investigar esta filtración como se han investigado otras», ha apuntado sobre una información que se encuentra en dos memorias aparecidas en casa de Koldo García -persona de la confianza de Ábalos- en el marco de la investigación sobre la presunta trama de cobro de comisiones millonarias por la venta de mascarillas durante la crisis sanitaria del Covid.
Por su parte, desde el PP creen que esos mensajes suponen un «verdadero retrato robot de un Pedro Sánchez como es, autoritario, sin escrúpulos y con una sed de venganza brutal tanto dentro como fuera del PSOE». «Si Ábalos tenía a Koldo, Sánchez tenía a Ábalos, era su número dos para todo, su Señor Lobo, al que daba órdenes hasta para que llamara a los presidentes autonómicos socialistas por quejarse de los pactos con Bildu. ¡Qué vergüenza!», ha subrayado Elías Bendodo, vicesecretario general de Política Autonómica y Análisis Electoral del principal partido de la oposición.
Para el ministro López, la información publicada por este periódico es una «campaña infame» en la que se han «revelado mensajes privados que no tienen nada que ver con ninguna causa judicial». Y el mensaje oficial que mandan desde el equipo de Sánchez a los que que, a su juicio, «están en acabar con este Gobierno por tierra, mar y aire y sin ningún límite y sin ningún escrúpulo» es que el Ejecutivo «va a seguir avanzando»: «Lo que tienen que entender todos los que están en esa campaña es que no lo van a conseguir».
Desde las filas populares, a su vez, salen en defensa del ex presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, otro de los criticados en dichos mensajes como un «impresentable» por, en palabras de la dirección de Génova, «decir con buen criterio que no puede ser que se cambien presos por Presupuestos», en referencia al acuerdo con Bildu para aprobar las cuentas de 2021. «Se han quitado las caretas. Ahora cuadra perfectamente por qué Sánchez cesó de tapadillo a Ábalos [en 2021] y por qué lo metió en las listas electorales por Valencia [2023] para aforarlo», ha remarcado Bendodo.
«. No uses formato HTML, escribe tu respuesta directa en formato de texto plano. Quiero que el titular sea breve y conciso.Todo estaba a medio hacer el 6 de agosto de 1940, día en el que los primeros españoles llegaron al campo de exterminio de Mauthausen. Heinrich Himmler mandó la construcción de este centro de prisioneros situado a 200 kilómetros al oeste de Viena interesado en la gran cantera de granito abandonada que estaba en lo alto de una colina. Pero cuando los camiones dejaron a los prisioneros, no habían terminado aún las obras para levantar el campo. El 5 de mayo se cumplieron 80 años de la liberación de Mauthausen por parte de los estadounidenses. Una fecha que es también el Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en los campos de concentración nazis y a todas las víctimas del nazismo de España. Porque allí fueron encerrados y torturados 7.251 españoles, y más del 60% en torno a 4.500, fallecieron.
Este domingo se celebra el acto de recuerdo a estas víctimas del nazismo. La cita, en la que estará el presidente de Austria, Alexander van der Bellen, contará con la presencia de los Reyes, que visitan Mauthausen por primera vez. También asistirá el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy; y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.
La presencia de Felipe VI y Doña Letizia refuerza, una década después de la Proclamación del Monarca, su voluntad de ser reconocido como el rey de todos los españoles. Esta fue la fórmula con la que juró como Jefe del Estado su padre, Juan Carlos I, ante las cortes el 22 de noviembre de 1975. Ahora, su hijo va un paso más allá, en línea con el compromiso que mantiene con los españoles que sufrieron las consecuencias de no estar en el bando nacionalista durante la Guerra Civil.
Su recuerdo a exiliados de la República ha sido una constante en su reinado. En junio de 2015, los Reyes viajaron a París para homenajear a los soldados de La Nueve, los integrantes de la Novena compañía que liberaron París, y que mayoritariamente eran españoles exiliados. «Este jardín será símbolo de la libertad y la tolerancia, dos de los grandes signos de identidad de la ciudad de París», dijo entonces el Rey.
Don Felipe y Doña Letizia han estado en dos ocasiones en Auschwitz, la última el pasado 27 de enero, con motivo del 80 aniversario de la liberación del campo de concentración. Cinco años antes aprovecharon la visita para reunirse con representantes de la asociación Amical de Mauthausen, organización que agrupa a los deportados republicanos españoles de los campos de concentración. Ese mismo año, el 2020, el Rey participó en Jerusalén en el V Foro Mundial del Holocausto.
También en 2022, durante una visita a Viena, los Reyes rindieron homenaje a todas las víctimas del nazismo y, en especial, a los españoles que estuvieron presos en Mauthausen, con una ofrenda floral en el monumento contra la guerra y el fascismo situado en la Albertinaplatz de la capital austriaca.
En esta senda, el pasado diciembre Felipe VI pronunció un discurso histórico ante las Cortes italianas durante el viaje de Estado a Roma en el que recordó que Italia y España son «dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia aceptemos que muy mejorable». En ese mismo viaje recordó a Rafael Alberti, escritor de la generación del 27 que estuvo exiliado del 39 al 77.
En febrero, Don Felipe presidió la inhumación de los restos de Rafael Altamira, que se exilió al estallar la Guerra Civil y nunca regresó. Su entierro en El Campello logró la asistencia de todos los grupos parlamentarios con representación local en la ciudad alicantina, que en torno a la figura del Rey alcanzaron el consenso más allá de ideologías.
«. No uses formato HTML, escribe tu respuesta directa en formato de texto plano. Quiero que el titular sea breve y conciso.De todos los territorios en los que el PSOE no gobierna en 2020, Andalucía es la joya de la corona. Pedro Sánchez necesita retomar impulso como sea en su gran caladero de votos y cree que Susana Díaz y su equipo sobran. De sus conversaciones con José Luis Ábalos a las que ha accedido EL MUNDO trasluce una honda preocupación por esta federación. El presidente entra a todo, hasta al comentario de un cuadro medio de Jaén que pueda mover un pequeño avispero.
El 23 de agosto de 2020, el presidente del Gobierno le encarga a Ábalos que hable con la entonces vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, para que no empuje en favor de la posible candidatura de Felipe Sicilia a las primarias del PSOE de Andalucía: «Habla con Adriana. Dile que no se meta en nada», escribe.
Ábalos le había reenviado un mensaje de un socialista andaluz que le revelaba que dos días antes, en Cádiz, se había producido una reunión «con compañeros senadores y diputados», en la que Felipe Sicilia «explicó que tenía un mandato de la vice general para organizar Andalucía de cara al congreso». «Los compañeros se sintieron mal» y el mensaje contiene una queja en ese sentido: «Es momento de sumar, sumar, sumar, no de decirle a la gente que es la única opción que está respaldada». «Andalucía está por el cambio» y dejar atrás a Susana Díaz «por la propia supervivencia del partido», insiste el interlocutor de ambos, «pero esto no va de dividir ni imponer, sino de consensuar y sumar».
«¿Operación Sicilia?», pregunta Ábalos tras enviarle a Sánchez sendos tuits de Sicilia y Lastra (ya borrados) y del entonces portavoz socialista en el Senado, Ander Gil. No es así. Sánchez decide frenar a su vicesecretaria general. Y es Ábalos el que lo hace. Le da más galones al ministro de Transportes.
Poco después, Sánchez elude a la ex presidenta andaluza Susana Díaz (su rival en las primarias) y la deriva a Ábalos. «Susana me está llamando. Le he dicho que hablarás tú con ella». «Ya», se resigna el ministro. La de Andalucía es la federación que lo desatascará todo para Sánchez. El 6 de noviembre, Ábalos le cuenta que Juan Cornejo, afín a Susana Díaz, «le dijo a Santos [Cerdán] que somos unos hijos de puta». Ellos celebran que van a comenzar «un periodo nuevo, con gente nueva» (como así ocurrió después, con la victoria aplastante de Juan Espadas en las primarias andaluzas). Esa misma noche, el presidente le escribe a su mano derecha: «La otra, Susana, sí que está jodida».
Sánchez ordena también calmar las aguas de La Rioja en plena guerra del PSOE en esta comunidad, en agosto de 2020, entre la presidenta autonómica, Concha Andreu, y Francisco (Paco) Ocón, que era el secretario general socialista en La Rioja y al que acababa de cesar como consejero regional. «Paco filtra. No está jugando limpio», intuye Sánchez, que le dicta a Ábalos el desenlace: Ocón «debe salir de allí» o «se puede quedar sin nada».
Y le preocupa el PSOE de Galicia, con Gonzalo Caballero. Pero más aún Madrid. El 21 de marzo de 2021, el jefe del Ejecutivo le escribe a su ministro de referencia para que le dé ideas si no ganan frente a Isabel Díaz Ayuso: «Hola, ministro. Sin compromiso, piensa en gente sólida y potente del PSOE-M para liderar la organización en el presente (si la cosa no sale el 4-M). […] Yo tengo algunos nombres, pero seguro que tú tienes también en la cabeza nombres. Es entre nosotros. Absoluta discreción. Abrazos». «Para estos dos próximos días», añade en otro mensaje. «Ok», le contesta Ábalos, que ya tenía «una lista de los actuales con sus edades y algún detalle más, por si quieres que te lo envíe».
El elegido fue Juan Lobato, pero ésa ya es otra historia que merece un capítulo aparte…
«. No uses formato HTML, escribe tu respuesta directa en formato de texto plano. Quiero que el titular sea breve y conciso.Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibalyal, los dos africanos cuya pista se perdió en un nave industrial de Librilla (Murcia) en diciembre, estaban enterrados en un agujero destinado a tirar el aceite en desuso y quien los mató los roció con corrosivos. Dar con su paradero -todo apunta a que son ellos a falta de que la autopsia lo confirme- no ha sido fácil para la Guardia Civil, y mucho menos poder extraer los restos de ambos de la fosa de la empresa Porkytrans, tal como explican a este periódico fuentes de la investigación policial.
Los agentes han tardado dos días en poder acceder a ellos dada la profundidad del hueco y el lugar tremendamente escondido en el que se ubicaba. Las mismas fuentes revelan que sobre los cadáveres había cal viva y sosa cáustica, con lo que los forenses deberán identificarlos por el ADN. «Están muy deteriorados», indican. Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibalyal desaparecieron el pasado 14 de diciembre tras una reunión en las instalaciones de la empresa murciana, en concurso de acreedores desde hace siete años.
Los dos hombres tenían antecedentes por estafa por el conocido timo de los billetes tintados -consiste en engañar a la víctima para hacerle creer que mediante el lavado de unas cartulinas blancas del tamaño de los billetes, y utilizando unos productos químicos y unos procesos casi mágicos, se pueden obtener billetes legítimos-. Ese día habían quedado con responsables de la compañía. Tras meses de investigación, la Guardia Civil detuvo hace unos días al encargado de la empresa y a otro hombre. Todavía no habían aparecido los cadáveres pero el juez les envió a prisión ante la cantidad de indicios acumulados en su contra. Ninguno de ellos declaró en la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia ni en el juzgado.
Las pesquisas partieron de la denuncia de la pareja de uno de los hombres. Aseguraba que no sabía nada de él desde el día en el que había estado en Librilla. Arrancaron las diligencias bajo la batuta de la Policía Judicial de la Comandancia.
Desde el primer momento, los agentes sospecharon de que ambos hombres podrían estar muertos y sobre esa hipótesis construyeron su trabajo. Cuando las sospechas casi rozaron las certezas se movilizaron unidades de Madrid que se desplazaron hasta Librilla. Llegaron los buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS), quienes revisaban las balsas y también los agentes adscritos a la Unidad de Subsuelo, que hacía lo propio con los pozos y fosas sépticas. También fue necesario el uso de un georradar así como perros especializados en la búsqueda de restos biológicos.
A última hora del pasado jueves, los investigadores dieron con la fosa. Estaba en un lugar oculto. En una primera inspección, comprendieron que iba a ser imposible extraer los restos. De hecho, se necesitaron dos días para hacerlo. Fue ayer cuando lograron dar con el último, e imprescindible eslabón, que permitía cerrar la investigación del Instituto Armado. El motivo por el que los encarcelados pudieron acabar con la vida de los hombres con los que habían quedado se desconoce aunque las primeras hipótesis apuntan a que quizá se sintieron amenazados.
Tampoco se descarta que se produjera una pelea entre las cuatro personas que se citaron en la nave de Librilla, ubicada en un gran polígono industrial.
«. No uses formato HTML, escribe tu respuesta directa en formato de texto plano. Quiero que el titular sea breve y conciso.El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
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