La polémica cumbre antiabortista programada para el 2 de diciembre en el antiguo salón de plenos del Senado sigue generando controversia en la esfera política. La organización internacional ‘Political Network for Values’, presidida por el ultraderechista chileno José Antonio Kast, ha levantado alarmas en el seno del PSOE, que ha solicitado la cancelación del evento por considerarlo incompatible con la neutralidad institucional de la Cámara Alta.
El PSOE argumenta que la naturaleza del acto organizado por esta entidad y sus posturas políticas extremas, que han manifestado abiertamente su apoyo a figuras como Trump, Bolsonaro y Orban, van en contra de los valores fundamentales de la democracia. Además, denuncian que la autorización para la celebración de esta cumbre no fue sometida a votación en la Mesa del Senado, donde cuentan con representación, y que la documentación referente a dicha autorización no fue entregada al Grupo Socialista hasta septiembre.
Por su parte, el PP, que actualmente intenta centrarse en una agenda social centrada en propuestas como vivienda y conciliación, recibe críticas por su supuesto vínculo con la ultraderecha. El Gobierno, a través de la portavoz Pilar Alegría, recuerda las acciones del PP en contra de equiparar permisos de maternidad y paternidad, así como su recurso de inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional. Mientras tanto, desde el PSOE señalan a Alberto Núñez Feijóo por seguir siendo influenciado por posturas de extrema derecha, como evidencia la oposición de varias comunidades autónomas gobernadas por el PP a leyes de memoria democrática y la negativa de Andalucía a aceptar fondos para la creación de plazas en Educación Infantil.
La celebración de la cumbre antiabortista en el antiguo salón de plenos del Senado ha generado una fuerte controversia política, especialmente por la presencia de organizaciones ultraderechistas como ‘Political Network for Values’. El PSOE ha pedido la cancelación del evento, argumentando que va en contra de los valores democráticos y la neutralidad institucional de la Cámara Alta. La falta de transparencia en la autorización y la vinculación de esta organización con políticos extremos como Trump, Bolsonaro y Orban, generan preocupación en el seno del partido.
Por otro lado, las críticas hacia el PP por su posible vinculación con la ultraderecha y su historial en temas relacionados con la igualdad y la conciliación son válidas. La respuesta del Gobierno y del PSOE, señalando a líderes como Alberto Núñez Feijóo, evidencia la preocupación por la influencia de posturas extremistas en algunas comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. En un contexto político cada vez más polarizado, es fundamental mantener una vigilancia activa sobre eventos como este que puedan poner en riesgo los derechos y valores fundamentales de la democracia.
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