El mundo del espectáculo en España se encuentra conmocionado tras la reciente sentencia emitida por el Juzgado de Primera Instancia Número 52 de Madrid, que ha dictaminado la devolución de 35.264.686 euros por parte del productor televisivo José Luis Moreno hacia su ex-socio, el empresario argentino Alejandro Roemmers. La decisión es consecuencia de un pacto firmado en 2018 para la creación de la superproducción ‘Resplandor y Tinieblas’, una serie que prometía explorar la vida y legado de San Francisco de Asís.
En el fallo judicial, se expresa de manera contundente el incumplimiento de obligaciones por parte de Moreno y sus empresas, Koping Gestión, Youmore TV y Kulteperalia, quienes no lograron entregar los diez capítulos comprometidos del proyecto ni cumplir con la financiación que se había comprometido inicialmente. De hecho, el costo de producción se disparó a más de 35 millones de euros, muy por encima de los 14 millones que se habían acordado en un principio.
La relación entre Moreno y Roemmers, que se estableció con el objetivo de plasmar una recreación épica de la vida de San Francisco y otros personajes históricos como Ricardo Corazón de León y Leonor de Aquitania, ha resultado ser más un campo de batalla legal que un viaje artístico. Mientras que Roemmers aportó sus recursos financieros y su visión creativa al proyecto, la resolución del juez pone en entredicho las promesas de Moreno, quien tenía a su cargo el guion, dirección y producción de la serie.
La consultora que representa a Roemmers subrayó en un comunicado que, tras la inversión de más de 35 millones, no se recibió ninguna entrega tangible del proyecto. «A pesar del respaldo financiero abrumador, Moreno no cumplió con los términos acordados y sus incumplimientos llevaron a una situación insostenible», destacaron desde la defensa del empresario argentino. Este hecho resalta los riesgos que corren los inversores en el mundo audiovisual, donde la confianza y la experiencia pueden convertirse rápidamente en decepción.
La sentencia no solo ha beneficiado a Roemmers al confirmar la validez de su denuncia, sino que también ha desestimado la contrademanda presentada por Moreno, quien buscaba reclamar casi 300 millones de euros, acusando a su socio de incumplimientos financieros. Este rechazo por parte del juez pone de manifiesto la fragilidad de las pretensiones de Moreno, reforzando la posición de Roemmers y evidenciando la gravedad de los incumplimientos por parte del productor.
Con esta condena, se abre un nuevo capítulo en la historia reciente de la televisión en España, donde espectáculos elaborados por grandes figuras pueden convertirse en un verdadero drama legal. La sentencia no solo marca un hito en el litigio particular entre estos dos empresarios, sino que también establece un precedente importante para futuras colaboraciones en el sector, subrayando la vital importancia de cumplir con los acuerdos firmados en medio de la brillantez y los desafíos de la industria audiovisual.
La reciente condena de José Luis Moreno a devolver más de 35 millones de euros plantea interrogantes sobre la ética y la responsabilidad en la industria del entretenimiento en España. Este escándalo no solo expone la falta de cumplimiento en los acuerdos que parecen tan sólidos en la superficie, sino que refleja un problema más profundo: la cultura del espectáculo puede ser un campo de batalla donde la ambición desmedida eclipsa la integridad profesional. La inversión de Alejandro Roemmers, que confiaba en la visión artística de Moreno, se convierte en un triste recordatorio de que en el mundo del cine y la televisión, la promesa de grandes historias puede desvanecerse en litigios interminables. Este episodio nos insta a reflexionar sobre la trasparencia en la gestión de proyectos, así como sobre la necesidad de establecer marcos legales más robustos que protejan tanto al inversor como al creador.
En segundo lugar, la sentencia también revela una fragilidad contractual que podría tener repercusiones más allá de esta disputa específica. La desestimación de la contrademanda de Moreno resalta no solo la debilidad de sus afirmaciones, sino que también pone de relieve la importancia de la rendición de cuentas en el sector. Este precedente legal no solo refuerza la confianza necesaria entre socios en proyectos tan ambiciosos, como ‘Resplandor y Tinieblas’, sino que también debe servir de aviso a otros productores: el arte no puede ser una excusa para el incumplimiento. Mientras la industria se esfuerza por encontrar su camino frente a nuevas realidades, estas situaciones subrayan la necesidad de cultivar relaciones basadas en la confianza mutua y el respeto a los acuerdos. Solo así podremos esperar que el espectáculo continúe de manera digna y sostenible.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
To provide the best experiences, we and our partners use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us and our partners to process personal data such as browsing behavior or unique IDs on this site and show (non-) personalized ads. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Click below to consent to the above or make granular choices. Your choices will be applied to this site only. You can change your settings at any time, including withdrawing your consent, by using the toggles on the Cookie Policy, or by clicking on the manage consent button at the bottom of the screen.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.