Desde que las Comunidades Autónomas comenzaron a implementar normativas para la restricción del uso de móviles en los colegios e institutos, el panorama educativo ha experimentado un cambio notable. A partir de enero de 2024, la prohibición se ha convertido en una realidad para la mayoría de las comunidades, salvo en La Rioja y el País Vasco, y los resultados de esta medida parecen ser bastante positivos. Directores de varios centros educativos han manifestado que la convivencia escolar ha mejorado significativamente, con un descenso notable en los conflictos generados por el uso inadecuado de las nuevas tecnologías.
Una de las voces más representativas es la de Antonio Coll, director del IES Miguel Espinosa en Murcia, quien asegura que la implementación de esta normativa ha permitido enfocar la atención de los estudiantes hacia el aprendizaje, eliminando la distracción que suponía el uso del móvil durante las horas de clase. “Este tipo de regulaciones aportan un respaldo que antes no teníamos. Las normas ya no son sólo del centro, sino que cuentan con el apoyo del Gobierno autonómico”, apunta Coll, enfatizando la legitimidad que aporta este marco legal.
La opinión de los estudiantes destaca la importancia de desconectar de las pantallas mientras están en el aula. Susana Castany, estudiante de 15 años, comparte su experiencia, resaltando cómo ha experimentado una notable reducción en su tiempo de uso del móvil desde la implementación de la prohibición. “Ahora hablamos más entre nosotros en los recreos y estamos más centrados durante las clases. No siento esa ansiedad por mirar el móvil todo el rato”, confiesa Susana, quien se muestra satisfecha con la decisión del centro educativo.
Por su parte, Rodrigo Salvador, también alumno del IES Miguel Espinosa, refuerza esta percepción. “Me parece una buena idea porque los jóvenes estamos muy enganchados. Es una forma de desconectar durante el tiempo que pasamos en el instituto”, señala, evidenciando un cambio en la dinámica social en el ambiente escolar. Estas opiniones están respaldadas por estadísticas recientes que sugieren que el 76% de los directores de centros educativos ha observado una disminución del estrés entre el alumnado.
Las cifras hablan por sí solas. En Murcia, donde la normativa se aplicó en 2024, se ha reportado una reducción del 73% en los casos de ciberacoso, y un descenso del 31% en las faltas graves relacionadas con actos de violencia entre alumnos. Este cambio no solo se atribuye a la prohibición en sí, sino también a una serie de programas educativos que buscan promover un uso responsable de la tecnología y a fortalecer los lazos interpersonales dentro del aula.
La Consejería de Educación en Castilla-La Mancha también ha recopilado datos que indican que el 74% de los directores ha notado una disminución en las conductas disruptivas en el aula. Esto no solo refleja el impacto de las normativas en cuanto a la convivencia, sino que también sugiere un cambio en la mentalidad de los estudiantes respecto al uso de sus dispositivos móviles. La creciente consciencia sobre el impacto negativo del uso excesivo de tecnología está llevando a los jóvenes a valorar más los momentos de interacción cara a cara.
A medida que las normativas continúan adaptándose y evolucionando, el desafío reside en mantener este impulso hacia un ambiente educativo más saludable y productivo. Los educadores y las autoridades educativas parecen estar en la dirección correcta, y el respaldo de los estudiantes sugiere que, al menos por ahora, la prohibición de los móviles en las aulas ha traído consigo una mejora notable en diversas facetas del día a día escolar.
La reciente prohibición de teléfonos móviles en los institutos ha sido recibida con un aparente consenso positivo que no se puede pasar por alto. La reducción del ciberacoso y las conductas disruptivas son síntomas de un cambio necesario que refleja cómo la tecnología puede interferir en la formación y convivencia de los jóvenes. Sin embargo, este éxito no debe llevarnos a aldeanos triunfalismos. Es fundamental preguntarnos si estas medidas son realmente la solución a un problema más profundo relacionado con la dependencia tecnológica, o si simplemente estamos poniendo un parche en un sistema educativo que necesita una revisión más profunda en cuanto a métodos de enseñanza y relación entre estudiantes. El balance presentado parece favorecer un entorno más propicio para el aprendizaje, pero debemos cuestionar si esta es la única o la mejor forma de lograrlo.
Por otro lado, el enfado que puede surgir en aquellas comunidades que aún no han regulado el uso de móviles, como La Rioja y el País Vasco, pone de manifiesto la desigualdad educativa que potencia la normativa. Si bien debe fomentarse un ambiente donde el aprendizaje se priorice sobre la distracción digital, es esencial que las autoridades educativas no solo restrinjan, sino que también enseñen el uso responsable de la tecnología. Al solo prohibir, se corre el riesgo de crear un vacío que, en lugar de educar, aleja al alumnado de la realidad digital que inevitablemente enfrentarán en su vida diaria. Por lo tanto, abogo por una política educativa que integre el uso de nuevas tecnologías de manera adecuada, un enfoque que refuerce valores de respeto y convivencia sin renunciar a las herramientas que, bien gestionadas, pueden enriquecer el aprendizaje.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
To provide the best experiences, we and our partners use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us and our partners to process personal data such as browsing behavior or unique IDs on this site and show (non-) personalized ads. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Click below to consent to the above or make granular choices. Your choices will be applied to this site only. You can change your settings at any time, including withdrawing your consent, by using the toggles on the Cookie Policy, or by clicking on the manage consent button at the bottom of the screen.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.