El hecho de que el diputado nacional de Vox, Carlos Flores Juberías, haya quedado finalista en el Certamen Beatriu Civera de relatos cortos sobre igualdad ha generado una gran controversia en el ámbito político y social. A pesar de haber sido condenado por maltratar a su exmujer, su relato ha sido seleccionado entre los cinco finalistas en la categoría de 31 años en adelante. La organización del certamen ha confirmado que los trabajos enviados fueron presentados de manera anónima, por lo que el jurado no conocía la identidad de los autores al momento de elegir a los finalistas.
Los partidos políticos Compromís y PSPV han expresado su indignación ante la inclusión del relato de Flores Juberías en el libro donde se recopilan las obras ganadoras y finalistas del certamen. La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha calificado la decisión de «muy grave» y ha instado a la alcaldesa María José Catalá a detener la publicación del texto. Por su parte, el portavoz socialista Borja Sanjuán ha anunciado que exigirá en la Junta de Portavoces que el relato no sea publicado y que se cese a la concejala Rocío Gil de sus competencias en materia de Igualdad.
Ante estas críticas, la organización del certamen ha asegurado que el proceso de selección de los finalistas fue llevado a cabo de manera transparente, garantizando la imparcialidad y la igualdad de oportunidades para todos los participantes. La publicación del libro con las obras seleccionadas está programada para el próximo 1 de octubre, fecha en la que se entregarán los galardones a las dos autoras ganadoras, acompañadas de un premio en metálico de 1.500 euros. Los finalistas, incluido Flores Juberías, no recibirán compensación económica por su participación en el certamen.
La inclusión del relato de Carlos Flores Juberías, diputado nacional de Vox condenado por maltrato, en el Certamen Beatriu Civera ha generado un debate intenso en la sociedad. A pesar de que la organización asegura que el proceso de selección fue anónimo, la indignación de partidos políticos como Compromís y PSPV es comprensible. La presencia de alguien con antecedentes de violencia de género en un certamen sobre igualdad plantea serias dudas sobre la coherencia y sensibilidad del jurado al elegir a los finalistas.
La reacción de Compromís y PSPV pone de manifiesto la importancia de mantener una coherencia ética en la promoción de la igualdad de género. Aunque la organización defienda la transparencia del proceso de selección, la presencia de Flores Juberías entre los finalistas plantea interrogantes sobre la idoneidad de su participación en un certamen que busca promover la igualdad. Es crucial que se aborde esta controversia de manera justa y se tome en consideración la gravedad de las acciones pasadas del diputado para garantizar la credibilidad del certamen y el respeto hacia las víctimas de violencia de género.
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