En un alarmante giro de acontecimientos, Canarias ha experimentado una intensa oleada de llegadas de migrantes en las últimas semanas. Desde el 25 de diciembre hasta el 28 de diciembre, 1.762 migrantes llegaron a las costas de Gran Canaria, Lanzarote y El Hierro a bordo de 28 cayucos, poniendo en apuros a los servicios de emergencia y generando un debate sobre la crisis migratoria en la región. Este incremento se produce en un contexto en el que, a lo largo de todo el año 2024, ya se han contabilizado 45.277 llegadas, una cifra que indudablemente ha superado los records anteriores.
Las navidades, tradicionalmente una época de celebración y unión, se han visto empañadas por estas trágicas circunstancias. Según la Delegación de Gobierno, el mes de diciembre ha comenzado con un récord de llegadas, superando incluso los 39.910 migrantes que llegaron en todo el año 2023. Esto marca un claro signo de que la crisis migratoria en las Islas Canarias continúa escalando, similar a la crisis de 2006, cuando las llegadas alcanzaron cifras alarmantes.
Los informes de las autoridades revelan que el clima ha jugado un papel crucial en el peligro constante al que se enfrentan los migrantes. Durante el día de Navidad, la situación se tornó crítica; de los recién llegados, nueve personas necesitaron atención médica urgente, y desafortunadamente, uno de ellos falleció en el trayecto. Esto resalta no solo el riesgo de la travesía, sino también la desgastada capacidad del sistema de salud insular, que se encuentra bajo presión debido al flujo constante de llegadas.
Los equipos de rescate de Salvamento Marítimo han informado de que, a pesar de los esfuerzos por asistir a los migrantes, muchos continúan arriesgando sus vidas en el mar. De hecho, en un solo día, se realizaron rescates de 300 personas que llegaron en siete embarcaciones, donde, lamentablemente, se confirmó el fallecimiento de un migrante durante el viaje.
Los testimonios de los migrantes rescatados apuntan a que muchos provienen de países como Mali, Gambia, Senegal y Mauritania. Esta última nación se ha convertido en un punto crítico desde el cual numerosas embarcaciones zarpan, a menudo con trágicas consecuencias. Recientemente, el Gobierno de Mali confirmó el hundimiento de una embarcación en aguas marroquíes, resultando en al menos 25 muertes y más de una decena de sobrevivientes. Estas tragedias añaden una dimensión profunda a la crisis, evidenciando la desesperación que impulsa a tantos a embarcarse en el peligroso viaje a través del océano.
La situación en las islas sigue siendo crítica, con un flujo constante de migrantes y una infraestructura que lucha por hacer frente a esta crisis humanitaria. La falta de recursos y el continuo aumento de llegadas plantean serios desafíos para las autoridades, que deben encontrar formas de equilibrar la asistencia a los migrantes con el bienestar de sus propios ciudadanos.
Mientras tanto, en este cierre de año, la comunidad internacional observa con inquietud la transformación de esta crisis en un tema cada vez más urgente, esperando que se tomen medidas efectivas para abordar las causas subyacentes y ofrecer respuestas adecuadas a quienes buscan escapar de la pobreza y la violencia en sus países de origen.
La reciente ola de llegadas de migrantes a Canarias durante las fiestas navideñas pone de relieve una cruda realidad que nos interpela a todos. A pesar de que diciembre se asocia comúnmente con la celebración y la esperanza, este año se ha visto marcado por un drama humano que nos invita a la reflexión. Los 1.762 migrantes que arribaron en solo unos días evidencian una crisis migratoria en curso que no solo abrumará la ya agotada infraestructura insular, sino que también debe ser abordada de manera contundente por la comunidad internacional. No se puede permitir que la tragedia de perder vidas humanas en el Mediterráneo o el Atlántico se convierta en una norma; es imperativo reconfigurar nuestras políticas migratorias para que respondan a las causas profundas y no solo a los síntomas superficiales de este fenómeno.
Sin embargo, también debemos considerar que, más allá de la desesperación que impulsa a miles a arriesgar sus vidas, hay un potencial valioso entre estas personas que buscan un futuro mejor. Rechazar esta llegada masiva desde una perspectiva únicamente de seguridad y control es una visión miope. Es necesario establecer un enfoque integral y humanitario que no solo ofrezca asistencia a los migrantes, sino que también genere oportunidades para integrar a estas personas en nuestras sociedades. Solo así podremos transformar la crisis en una oportunidad para fortalecer la cohesión social y contribuir a la diversidad que enriquece nuestras comunidades. En este sentido, se hace urgente que los gobiernos desarrollen estrategias efectivas que aúnen la asistencia humanitaria con políticas de desarrollo en los países de origen, para así cerrar el círculo de desesperación que lleva a estos migrantes a emprender travesías tan peligrosas.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
To provide the best experiences, we and our partners use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us and our partners to process personal data such as browsing behavior or unique IDs on this site and show (non-) personalized ads. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Click below to consent to the above or make granular choices. Your choices will be applied to this site only. You can change your settings at any time, including withdrawing your consent, by using the toggles on the Cookie Policy, or by clicking on the manage consent button at the bottom of the screen.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.