La innovación andaluza ha encontrado un nuevo faro en el horizonte global. Aliqindoi, una startup con ADN malagueño fundada en 2022, ha irrumpido con fuerza en el ecosistema emprendedor internacional al ser seleccionada para participar en SkyDeck, la prestigiosa aceleradora de la Universidad de Berkeley. Este logro, alcanzado por menos del 1% de las startups a nivel mundial, no solo supone un espaldarazo a su innovador modelo de negocio, sino que también implica la inyección de capital estratégico por parte de un fondo de inversión estadounidense, que ha adquirido un 7,5% de la compañía, y la apertura de una oficina en el corazón de Silicon Valley.
¿La clave de su éxito? Aliqindoi ha reinventado el concepto de acceso a la tecnología, apostando por un modelo de economía circular que transforma la forma en que consumimos y desechamos nuestros dispositivos electrónicos. Su plataforma SaaS ofrece a las empresas del sector tecnológico una solución integral para gestionar la recompra, reacondicionamiento, financiación y logística inversa de smartphones, tablets, consolas y otros gadgets. En esencia, Aliqindoi convierte los residuos electrónicos en valiosos activos económicos, cerrando el círculo de vida de los productos y minimizando su impacto ambiental.
El producto estrella de la startup es Cyclick, una innovadora solución inspirada en el modelo «Buy Now, Pay Later», pero con un enfoque sostenible. Cyclick permite a los usuarios suscribirse a dispositivos tecnológicos pagando una cuota mensual, descontando desde el primer día el valor futuro del producto gracias a una red de recompradores integrada en la plataforma. Esta propuesta reduce la barrera de entrada a la tecnología, haciéndola más accesible para un público más amplio, al tiempo que garantiza una segunda vida útil para el hardware, fomentando la reutilización y reduciendo la generación de residuos.
La trayectoria de Aliqindoi es una historia de perseverancia, adaptación y visión de futuro. Desde sus humildes comienzos como un «Wallapop de móviles con garantía», la startup ha evolucionado hasta convertirse en una plataforma tecnológica modular y escalable, capaz de integrarse con retailers, operadores y distribuidores de cualquier parte del mundo. Con presencia en más de 2.000 puntos de venta en España y alianzas estratégicas con gigantes como Fnac y Orange, Aliqindoi se prepara para expandir su modelo a Sudáfrica y Estados Unidos, consolidando su posición como líder en el mercado de la economía circular.
El éxito de Aliqindoi demuestra que la innovación made in Málaga puede competir de tú a tú con las grandes potencias tecnológicas. Con un equipo de tan solo 12 personas, la startup ha logrado alcanzar el punto de equilibrio en 2023, facturar más de un millón de euros en 2024 y proyecta cerrar 2025 con ingresos superiores a los 2,5 millones. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo la creatividad, la sostenibilidad y la eficiencia económica pueden converger para crear un modelo de negocio disruptivo y con impacto positivo en el planeta. Aliqindoi: un nombre muy malagueño que está revolucionando la economía circular a nivel global.
Si bien es innegable el mérito de Aliqindoi al conquistar Silicon Valley y abrazar la economía circular, es crucial no caer en la complacencia triunfalista que a menudo rodea este tipo de noticias. Celebrar la captación de inversión extranjera, especialmente cuando implica ceder un porcentaje significativo de la empresa, debe ir acompañado de una reflexión sobre la sostenibilidad a largo plazo de la innovación local. ¿Estamos fomentando un ecosistema donde las startups florecen para luego ser absorbidas por capital foráneo, o estamos construyendo una base sólida para un desarrollo tecnológico autónomo en Málaga?
El modelo de suscripción tecnológica «Cyclick», aunque atractivo en principio, plantea interrogantes sobre su impacto real en el consumo responsable. ¿No estamos, acaso, perpetuando la cultura de la obsolescencia programada, disfrazada de sostenibilidad? La facilidad de acceso a dispositivos nuevos mediante cuotas mensuales podría incentivar un consumo más frecuente, anulando en parte los beneficios ambientales de la reutilización. Urge un análisis profundo del ciclo de vida completo de los productos, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final, para evitar que la economía circular se convierta en un mero eslogan publicitario.
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