La inflación en la OCDE frena su avance y cae al 5,6% en niveles no vistos desde 2021

Según los datos publicados por la OCDE, la desaceleración en la tasa de inflación interanual representa un respiro para las economías avanzadas, que han enfrentado un aumento significativo en los precios en los últimos meses. Esta disminución, aunque moderada, podría ser un indicio de una posible estabilización en los precios y un alivio para los consumidores que han visto cómo sus gastos cotidianos se incrementan de manera constante.

Uno de los factores clave que ha contribuido a esta desaceleración ha sido la subida más moderada en el costo de la energía. A pesar de que la presión inflacionaria sigue siendo significativa, un aumento del 2,3% en el precio de la energía en comparación con el mes anterior muestra cierta contención en este sector, lo que podría tener un impacto positivo en la inflación general.

Por otra parte, los alimentos también jugaron un papel importante en la evolución de la inflación en junio, con un aumento del 4,7%. Aunque esta cifra sigue siendo alta, la ligera disminución con respecto al mes anterior sugiere que los precios podrían estar empezando a estabilizarse en este rubro tan importante para los consumidores. Esta tendencia podría aliviar la presión sobre los bolsillos de las familias y contribuir a una mejora en el poder adquisitivo de la población.

Es importante destacar que, a pesar de la desaceleración en la tasa de inflación interanual, algunos países siguen enfrentando fuertes presiones inflacionarias. En el caso de España, la tasa de inflación anual se situó en el 3,4% en junio, lo que indica que los precios siguen subiendo a un ritmo considerable. Esta situación podría plantear desafíos adicionales para la economía española y requerir medidas adicionales para contener la inflación y proteger el bolsillo de los ciudadanos.