En un partido que reflejó el actual estado de forma de ambos equipos, la Real Sociedad logró una contundente victoria sobre el Sevilla en el estadio Sánchez-Pizjuán. Desde el primer minuto, los visitantes impusieron su estilo de juego, dominando la posesión y creando más oportunidades, lo que les permitió hacerse con el control del partido. El resultado final de 0-2 dejó a los sevillistas sin respuestas ante un rival que demostró estar un paso adelante, tanto en estrategia como en ejecución.
El encuentro arrancó con una Real Sociedad aguerrida. En los primeros 30 minutos, los hombres de Imanol Alguacil desplegaron una feroz presión que dejó a los locales sin capacidad de respuesta. Aunque su dominio fue más territorial que efectivo al inicio, el primer gol llegó a través de una magnífica jugada colectiva. Take Kubo, el joven japonés que continúa ganando protagonismo en la liga, se deslizó por el área rival y liquidó la acción con un zurdazo raso que superó al portero sevillista, dejando el marcador 0-1 a favor de los donostiarras.
A pesar de la creciente intensidad sobre el césped, el Sevilla padeció durante toda la primera mitad las consecuencias de una falta de ideas en ataque. Solo una tímida llegada, en tiempo de descuento, logró hacer temblar las redes del rival, pero fue abortada por una fenomenal intervención de Asier Zubeldia, que mostró su capacidad defensiva justo cuando todo parecía encaminarse a un empate inminente.
El inicio del segundo tiempo prometía una reacción del Sevilla, impulsado por la necesidad de empatar. Lukebakio fue el primero en intentar cambiar el curso del partido, pero su intento de gol se marchó alto tras un par de recortes en el área. Sin embargo, la respuesta del equipo visitante fue letal. En una jugada que puso a prueba la seriedad defensiva del Sevilla, Martin Zubimendi fue detenido de forma ilegal por el defensa brasileño Marcao en el borde del área, lo que llevó al árbitro a señalar un penalti tras revisar la jugada en el VAR. Mikel Oyarzábal, con su habitual seguridad, no vaciló y convirtió el lanzamiento, estirando la ventaja a un 0-2 que parecía insalvable para los locales.
Con el reloj avanzando y el juego deteriorándose, el Sevilla se vio en la obligación de buscar nuevamente el gol. Oportunidades por parte de Isaac y el recién ingresado Iheanacho reflejaron una desesperación palpable, pero la falta de puntería y la solidez defensiva de la Real, liderada por un inspirado Álex Remiro, mantuvieron el marcador intacto. Los nervios comenzaron a apoderarse del equipo sevillista, que se usó del fervor de la afición, pero nada parecía frenar una racha de una Real Sociedad que podría dar un golpe de autoridad en la liga.
Con este resultado, la Real Sociedad no solo se lleva los tres puntos, sino también una inyección de confianza, dejando claro que son serios aspirantes en la lucha por los puestos europeos. Por su parte, el Sevilla deberá replantear su estrategia si desea levantar cabeza en una temporada que se ha vuelto complicada desde su inicio. El próximo desafío será una prueba crucial para ambos, en un campeonato donde cada punto cuenta y la presión no cesa.
La contundente victoria de la Real Sociedad sobre el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán pone de relieve una realidad preocupante para los locales. A medida que avanza la temporada, el equipo sevillista parece verse atrapado en un círculo vicioso de falta de ideas y desconexión en el juego. No se puede pasar por alto que, mientras los donostiarras demostraron una solidez táctica y una ejecución brillante en el campo, el Sevilla se mostró ineficaz en ataque y vulnerables en defensa. Este encuentro resalta la necesidad urgente de un replanteamiento estratégico que permita al equipo andaluz volver a ser competitivo, especialmente dado lo que está en juego en esta liga cada vez más exigente.
Por otro lado, el triunfo de la Real Sociedad no es casualidad, sino el resultado de un trabajo metódico y la capacidad de aprovechar al máximo las oportunidades. Jugadores como Take Kubo y Mikel Oyarzábal no solo brillaron individualmente, sino que también supieron encajar en un sistema colectivo que ha demostrado ser efectivo. El éxito de la Real debe ser un catalizador para reflexionar sobre la importancia de la cohesión y la estrategia en un equipo, especialmente en momentos en que la presión se vuelve asfixiante. Este resultado no solo les otorga confianza, sino que también lanza una advertencia a los demás competidores en la lucha por Europa: el club donostiarra está preparado para dar la campanada y su aspiración es muy real.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.
