El corazón de Málaga ha latido más fuerte este 6 de febrero durante la novena marcha integral de ‘La Desbandá’, una conmemoración que rinde homenaje a las víctimas de la masacre que, entre el 6 y el 8 de febrero de 1937, se consumó contra miles de personas que huían del horror de la Guerra Civil. En un acto cargado de emoción y de sentido histórico, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha subrayado la importancia de recordar estos acontecimientos como un acto de justicia democrática en tiempos donde el negacionismo amenaza con borrar la memoria colectiva.
Salas, en su intervención, fue contundente al afirmar que “no es derecha o izquierda, es democracia contra fascismo”. Su discurso resonó entre los asistentes, muchos de ellos desplazados desde diferentes puntos de España e incluso de otros países, uniendo sus voces en un clamor por la verdad y la justicia. “La Desbandá ha estado silenciada durante años”, continuó el subdelegado, lamentando que este episodio atroz de la historia española, en el que mujeres y niños se convirtieron en víctimas del fuego cruzado de un conflicto desolador, haya sido objeto de olvido por diversas razones.
Durante el acto, se destacó la labor de la asociación cultural La Desbandá, que ha sido un pilar fundamental en la recuperación y difusión de esta memoria histórica. Javier Salas hizo un llamado a las nuevas generaciones, advirtiendo del creciente auge de mensajes negacionistas que intentan desdibujar el significado de lo que ocurrió. “No se puede olvidar”, sentenció, aludiendo a la necesaria responsabilidad de trasladar estos relatos a quienes no vivieron esos tiempos, para garantizar que estos horrores no se repitan en el futuro.
Desde el ámbito político, la Izquierda Unida también hizo eco de esta demanda de justicia y reparación durante su participación. Toni Valero, coordinador general de IU Andalucía, conmovió a los presentes al recordar que este evento es un testimonio de la dignidad andaluza y un homenaje a los civiles desarmados que se convirtieron en víctimas de un crimen de guerra. Valero enfatizó que la memoria no solo es un deber moral, sino un mecanismo de protección frente a la repetición de la historia.
La marcha no solo representó una reivindicación del pasado, sino un acto de unión intergeneracional, donde jóvenes y mayores compartieron sus reflexiones y emociones en torno a un legado que, aunque doloroso, es fundamental para el futuro. Mientras la caravana de participantes recorría la carretera entre Málaga y Almería, el eco de sus pasos resonaba con el recuerdo de aquellos que un día fueron obligados a huir, recordando que hoy, más que nunca, es pertinente nuestra lucha por la democracia y la libertad.
El acto concluyó entre cánticos de esperanza y promesas renovadas de no permitir que la historia se repita. En un contexto donde la memoria histórica se enfrenta a constantes intentos de distorsión, actos como el de ‘La Desbandá’ se convierten en un bastión de resistencia y un llamado a la acción por un futuro más justo y consciente.
La reciente marcha en Málaga para conmemorar ‘La Desbandá’ no solo revive un episodio doloroso de nuestra historia, sino que también pone sobre la mesa la vital necesidad de preservar la memoria colectiva en un momento donde el negacionismo comienza a filtrarse en el discurso público. La intervención del subdelegado del Gobierno, Javier Salas, al resaltar que “no es derecha o izquierda, es democracia contra fascismo”, refleja una urgencia que no solo es relevante, sino casi crítica. En tiempos donde la historia puede ser manipulada para servir a intereses políticos, actos como este no solo sirven para honrar a las víctimas, sino que actúan como un poderoso recordatorio de que el olvido es cómplice del retroceso democrático. La lucha por la memoria histórica no debe ser solo un acto simbólico: debería traducirse en políticas que promuevan la educación y la divulgación de estos eventos para las nuevas generaciones.
Sin embargo, es necesario cuestionar si la reiterada celebración de estas marchas está realmente generando un impacto tangible en la conciencia social o si, por el contrario, se limitan a ser eventos nostálgicos que poco aportan a la construcción de un futuro en paz. Aunque la participación intergeneracional observada en esta edición es valiosa, surge la necesidad de que estos homenajes evolucionen hacia un enfoque proactivo, donde se fomente no solo la memoria, sino el compromiso activo contra la desinformación y el extremismo actual. La labor de asociaciones como ‘La Desbandá’ es indiscutible, pero su papel debe complementarse con una educación formal y un activismo persistente. La memoria no solo debe recordarse; debe inspirar acciones concretas para erradicar el miedo y la división que aún pueden acechar nuestra democracia.
El Diario de Málaga es el periódico digital dónde podrás seguir toda la actualidad malagueña al minuto.
To provide the best experiences, we and our partners use technologies like cookies to store and/or access device information. Consenting to these technologies will allow us and our partners to process personal data such as browsing behavior or unique IDs on this site and show (non-) personalized ads. Not consenting or withdrawing consent, may adversely affect certain features and functions.
Click below to consent to the above or make granular choices. Your choices will be applied to this site only. You can change your settings at any time, including withdrawing your consent, by using the toggles on the Cookie Policy, or by clicking on the manage consent button at the bottom of the screen.
Compartir en...
Completa el formulario o escríbenos a [email protected] y nos pondremos en contacto contigo tan pronto como sea posible.