En un gesto que reafirma su compromiso con la sociedad malagueña, la Diputación de Málaga ha otorgado una subvención de 20.000 euros a la asociación ‘Un Sí por la Vida’, destinada a desarrollar el proyecto ‘Juntos en Movimiento contra el Cáncer’. Esta iniciativa innovadora pretende mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con cáncer a través de un enfoque integral que combina actividades físicas, apoyo psicológico y sesiones de fisioterapia.
Durante la presentación del proyecto, la diputada del Área de Ciudadanía y Equilibrio Territorial, Toñi Ledesma, resaltó el valor que ofrecen las entidades del tercer sector en la provincia. “Las asociaciones como ‘Un Sí por la Vida’ son el corazón de nuestras comunidades. Su labor en momentos de crisis para las familias es insustituible”, comentó Ledesma, quien enfatizó la relevancia de ofrecer herramientas que faciliten el bienestar emocional y físico de los pacientes.
La presidenta de la organización, Dolores Badía, se mostró otimista respecto a la implementación de este programa, que se centrará especialmente en las zonas rurales como Carratraca, Los Feinas, El Burgo, Yunquera e Igualeja, donde el acceso a tratamientos y servicios especiales es limitado. “Este proyecto no solo tiene como objetivo mejorar la calidad de vida física de los pacientes, sino también romper el aislamiento social que muchas veces acompaña al diagnóstico”, explicó Badía, indicando que la conexión entre pacientes puede ser fundamental para afrontar la enfermedad.
Las acciones contempladas en ‘Juntos en Movimiento contra el Cáncer’ incluyen sesiones de fisioterapia adaptadas a las necesidades individuales de los enfermos y una oferta de consultas psicológicas, tanto individuales como grupales. Estas actividades están diseñadas para fomentar la integración social y el apoyo mutuo entre quienes comparten una experiencia tan difícil, permitiendo además trabajar con el cuerpo y la mente en un entorno positivo y solidario.
A medida que se inician los preparativos, la asociación confía en que este proyecto no solo brinde una respuesta necesaria a las demandas de salud y bienestar, sino que también cree una red de apoyo en comunidades en las que el sentimiento de soledad puede ser abrumador para quienes enfrentan el cáncer. “En cada paso que damos juntos, construimos un espacio donde la esperanza y la comunidad prevalecen sobre el miedo y la incertidumbre”, concluyó Badía, proyectando un mensaje de fortaleza y solidaridad para todos los afectados.
Con la colaboración entre la Diputación de Málaga y ‘Un Sí por la Vida’, se abre la puerta a un futuro más brillante y esperanzador para los pacientes oncológicos en la provincia. Esta iniciativa no solo representa un apoyo económico, sino también un compromiso emocional y social que promueve una vida más activa y conectada. Así, ante los retos que presenta el cáncer, Málaga demuestra que la unión y la solidaridad son sus mayores fortalezas.
La reciente subvención de 20.000 euros de la Diputación de Málaga a la asociación ‘Un Sí por la Vida’ para el proyecto ‘Juntos en Movimiento contra el Cáncer’ es un acto significativo que, sin duda, evidencia una preocupación por la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Sin embargo, es crucial no caer en el facilismo de aplaudir sin cuestionar. Es loable el esfuerzo de ofrecer un enfoque integral y multidisciplinario que abarca desde la actividad física hasta el apoyo psicológico, pero también es necesario reflexionar sobre la sostenibilidad a largo plazo de este tipo de iniciativas. ¿Qué pasará una vez agotados los fondos? La asistencia a pacientes oncológicos no puede depender únicamente de proyectos temporales. Es imprescindible establecer un marco de colaboración que asegure la continuidad y ampliación de estas prestaciones, integrándolas de forma más coordinada en el sistema sanitario público.
Además, la elección de intervenir principalmente en áreas rurales plantea otro punto de crítica. Aunque es innegable que aquellas poblaciones tienden a carecer de servicios adecuados, este enfoque puede desatender a un gran número de pacientes en contextos urbanos que también sufren de aislamiento y falta de acceso a tratamientos y apoyo emocional. La Diputación debería considerar una estrategia más inclusiva que contemple a todos los enfermos de cáncer en la provincia, independientemente de su ubicación geográfica. La participación comunitaria es esencial, pero sin un plan global que garantice la equidad en el acceso a estos recursos, se corre el riesgo de crear islas de atención que no aborden la magnitud del problema, dejando a muchos en situaciones de vulnerabilidad sin la ayuda necesaria.
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