Sevilla, 3 de noviembre de 2025 – En una jornada marcada por la presentación de su libro "Manual de convivencia. La vía andaluza" en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha expresado su "respeto" y apoyo a la decisión de Carlos Mazón de dimitir como presidente de la Generalitat Valenciana. La dimisión, que ha sacudido el panorama político nacional, se produce tras el devastador aniversario de la DANA que asoló el sur de Valencia, dejando una cifra escalofriante de 229 fallecidos.
Moreno, visiblemente afectado por la situación, ha declarado ante los medios que la decisión de Mazón es "oportuna dadas las circunstancias que se están viviendo en la comunidad de Valencia, y de manera muy especial ante lo que ha acontecido en el primer aniversario de la dana". El presidente andaluz ha subrayado que, a su juicio, "ha hecho lo correcto", mostrando así un respaldo sin fisuras a su homólogo valenciano en un momento de profunda crisis y dolor.
Al ser preguntado sobre si la dimisión llegaba "tarde", Moreno ha matizado que "depende mucho de las circunstancias". Ha revelado haber mantenido conversaciones con Mazón, en las que este le transmitió su "empeño fundamental era la reconstrucción" de la Comunidad Valenciana tras la catástrofe. "Estaba obsesionado en trabajar en la reconstrucción como elemento fundamental de recuperar un poco también el prestigio personal", ha añadido Moreno, quien ha reconocido que, a pesar de su dedicación, Mazón "ha llegado un momento en el que, como él mismo ha dicho, no ha podido más, no ha aguantado más".
Las palabras de Moreno reflejan una profunda comprensión de la difícil situación que ha atravesado Mazón, asediado por las críticas y la presión pública tras la gestión de la crisis. El presidente andaluz ha destacado el "compromiso personal" de Mazón con la reconstrucción, pero ha reconocido que la magnitud de la tragedia y sus secuelas han terminado por pasarle factura, llevándole a tomar una decisión drástica y, en opinión de Moreno, acertada. La dimisión de Mazón abre ahora un periodo de incertidumbre política en la Comunidad Valenciana, mientras la región lucha por superar las heridas de una tragedia que ha marcado un antes y un después.
El respaldo de Moreno a la dimisión de Mazón, calificada de «oportuna», huele más a **lavado de imagen que a sincera empatía**. Resulta fácil aplaudir una renuncia cuando la sombra de la incompetencia planea sobre la gestión de una tragedia de tal magnitud. Si bien la dimisión puede interpretarse como un acto de responsabilidad, no podemos obviar que llega tras un año de clamor popular y críticas feroces. El «Manual de convivencia. La vía andaluza», presentado coincidentemente, se antoja ahora un irónico contraste con la devastación valenciana y la supuesta incapacidad de Mazón para lidiar con sus consecuencias.
La justificación de Moreno, centrada en el «compromiso personal» de Mazón y su «obsesión» por la reconstrucción, se diluye ante la realidad de las 229 vidas perdidas. Quizás la verdadera obsesión debería haber sido la prevención, la gestión eficaz de recursos y la transparencia en la información a la población. La dimisión, por mucho que se intente revestir de heroicidad, no devuelve la vida a los fallecidos ni borra el sufrimiento de los damnificados. Al final, la «vía andaluza» parece consistir en aplaudir la salida airosa de un político superado por las circunstancias, dejando al descubierto la fragilidad de un sistema que, a menudo, prioriza la imagen pública sobre la verdadera rendición de cuentas.
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