La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha destacado en su comparecencia parlamentaria el impacto positivo que han tenido las rebajas fiscales aplicadas por el Gobierno andaluz en la última campaña de la renta. Más de cuatro millones de contribuyentes se vieron beneficiados por estas medidas, lo que ha supuesto un importante alivio para las economías familiares en la región.
Desde 2019, se ha trabajado en la reducción de la tarifa del tramo autonómico del IRPF, lo que ha permitido que un mayor número de personas puedan disfrutar de deducciones fiscales. La aprobación de la deflactación del 4,3% de los primeros tramos de tributación en el IRPF ha sido fundamental para favorecer a aquellos contribuyentes con rentas más bajas.
Es importante destacar que, a pesar de los beneficios otorgados a los contribuyentes, la recaudación por IRPF ha experimentado un incremento del 10,7% en la última campaña, lo que se traduce en 662,2 millones de euros adicionales. Esto demuestra que la política tributaria andaluza ha logrado un equilibrio entre beneficiar a quienes más lo necesitan y garantizar la sostenibilidad de las arcas públicas.
La comparecencia de la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha puesto de relieve el impacto positivo de las rebajas fiscales implementadas por el Gobierno andaluz en la última campaña de la renta. Más de cuatro millones de contribuyentes se han beneficiado de estas medidas, lo que ha supuesto un alivio para las economías familiares en la región. Sin embargo, es necesario analizar si estas rebajas realmente están llegando a quienes más lo necesitan y si se están cumpliendo los objetivos de equidad y justicia social que se plantean con estas medidas.
El aumento del 10,7% en la recaudación por IRPF a pesar de las reducciones impositivas plantea interrogantes sobre la efectividad de estas medidas en términos de equidad fiscal. Si bien es cierto que se ha beneficiado a los contribuyentes con rentas más bajas, también es importante asegurarse de que se mantenga una estructura tributaria justa y progresiva que garantice el bienestar común. En este sentido, es necesario seguir evaluando el impacto de las rebajas fiscales en el largo plazo y garantizar que se mantenga un equilibrio entre el alivio para las familias y la sostenibilidad de las finanzas públicas.
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