La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha este viernes, 3 de enero, la tercera y última fase de su dispositivo de regulación y vigilancia en las carreteras andaluzas. Esta medida, en el marco de la ‘Operación Especial de Tráfico Navidad 2024-2025’, se extenderá hasta el próximo martes 6 de enero y se espera que alrededor de 900.000 desplazamientos se produzcan durante este periodo, marcando un potente cierre a las celebraciones navideñas.
Para todo el dispositivo navideño, la DGT estima que Andalucía se verá afectada por más de 4,5 millones de movimientos en total, distribuidos en tres fases que han abarcado desde la primera, del 20 al 25 de diciembre, hasta la segunda, del 27 de diciembre al 1 de enero. Con el actual escenario, el número de desplazamientos augura un regreso intenso después de las festividades, lo cual ha puesto en alerta a las autoridades de tráfico.
En reiteradas ocasiones, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha exhortado a la prudencia al volante, recordando que las medidas más efectivas para prevenir accidentes son la precaución y el respeto a las normas de circulación. Además, enfatizó en la importancia de informarse sobre las condiciones meteorológicas y las actualizaciones sobre el estado de las carreteras antes de emprender el viaje.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, junto con los responsables de los Centros de Gestión de Tráfico, están preparados para afrontar el aumento de vehículos con un despliegue significativo de recursos humanos y técnicos. Con la colaboración de más de 60 funcionarios, se llevará a cabo una vigilancia continua y se ofrecerá información en tiempo real para garantizar la movilidad y seguridad de todos los usuarios en las carreteras andaluzas.
El enfoque estará puesto en las carreteras con mayor afluencia, anticipando tráfico intenso en vías clave como la A-357, A-4, A-44, A-45, A-49, A-66, A-7, A-92, A-92M, AP-4, AP-7, MA-20 y la N-4. Además, se ha establecido una atención particular a los puntos de acceso a zonas turísticas y áreas de segunda residencia, que verán un gran número de vehículos retornando a sus hogares tras las festividades.
Como parte del esfuerzo por controlar la situación en las carreteras, los servicios aéreos, incluidos helicópteros y drones, serán utilizados para monitorear el tráfico desde lo alto y proporcionar informes precisos a los centros de gestión de tráfico. Esto no solo garantizará una mayor eficacia en la supervisión, sino que también permitirá que los agentes de la Guardia Civil presten asistencia y resuelvan incidencias de manera rápida y eficiente.
La DGT hace un llamado a los viajeros para que planifiquen sus rutas con tiempo, manteniéndose informados sobre el estado del tráfico y eligiendo los momentos más adecuados para iniciar sus desplazamientos. Con las cifras de desplazamientos a la vista, se espera que el retorno a la rutina sea un desafío que todos deben afrontar con responsabilidad y cuidado en las carreteras andaluzas.
La Operación Especial de Tráfico Navidad 2024-2025 en Andalucía, que se activa con la promesa de salvaguardar la seguridad en las carreteras, nos recuerda la necesidad constante de equilibrio entre la movilidad y la responsabilidad. La cifra estimada de más de 4,5 millones de movimientos pone de manifiesto la magnitud del reto que enfrentan las autoridades. Sin embargo, aunque es laudable el despliegue de recursos humanos y técnicos, incluido el uso de helicópteros y drones, deberíamos cuestionar si estas medidas son suficientes ante la escalofriante realidad de un tráfico congestionado. ¿Estamos, realmente, tomando las decisiones correctas para garantizar la seguridad de los conductores y pasajeros, o estamos sufriendo de un optimismo desmedido ante cifras abrumadoras que podrían desencadenar una tragedia en las carreteras andaluzas?
La insistencia en la precaución y el respeto a las normas de circulación es válida, pero resulta insuficiente si no va acompañada de un análisis proactivo de las condiciones que generan la siniestralidad. La educación vial y la concientización sobre el impacto de la velocidad, el consumo de alcohol y las distracciones al volante deben ser un pilar esencial de cualquier plan de tráfico. En lugar de depender solamente de un operativo reactivo, sería más efectivo implementar campañas de concienciación durante todo el año, con el objetivo de cultivar una cultura de responsabilidad en la carretera. Si bien aún es tiempo de celebrar la llegada del nuevo año, no debemos olvidar que la vida es un viaje y no debemos pagar un alto precio por disfrutar de él. La seguridad es una responsabilidad compartida que se construye no solo en épocas de tráfico intenso, sino en cada instante en el que nos ponemos al volante.
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